También tengo el derecho de vivir en paz.
Trabajo para ello.
He invertido, con trabajo arduo y total dedicación y convicción, los últimos diez años de mi vida en vivir en paz, de manera honesta, responsable, independiente y tranquila.
Tengo el derecho y la responsabilidad de vivir en paz, quiero que mis hijos tengan el derecho y la responsabilidad de vivir en paz y voy a seguir trabajando en la búsqueda de esa paz y felicidad.
Las injusticias y el dolor no me son indiferentes.
El atropello a nuestra dignidad no me es indiferente.
No me es indiferente sentir miedo por exigir paz y libertad.
No me es indiferente la muerte ni la violencia.
No quiero sentir miedo de vivir.
No quiero que me paralice la injusticia desviando la mirada.
Quiero vivir en paz.
Quiero que vivas en paz.
Que no se me olvide.
Que no se te olvide.